En tiempos de la mal llamada "comida sana" solo quiero decir lo siguiente:
¡Viva la Comida Rica!
Primero que nada no creo que exista eso de la comida sana, por ejemplo todos miran con horror las papas fritas, más encima se usa la palabra "chatarra" para éste y otros alimentos.
En cambio para las ensaladas o chips de betarraga o zanahoria se le llama "comida sana".
Obvio que comer la promoción de papas fritas y bebida sería menos saludable que una ensalada, pero lo no saludable no es la bebida en sí, (bueno en caso de las bebidas gaseosas casi sí! jaja) Tampoco las papas fritas en sí mismas son menos saludables.
En mi opinión es el conjunto de hábitos alimenticios, ingesta de agua, ejercicio físico, porciones, frecuencia, horarios, variedades y combinaciones de alimento los que son sanos o no.
Las mismas papas fritas en una porción y proporción adecuada al resto de los alimentos del plato, o comidas en porciones chicas no como hábito de todas las semanas, o en cualquier horario, es un alimento que aporta carbohidratos y proteínas que son necesarias y útiles para nuestro cuerpo. Además son ricas.
¡Comer solo ensaladas y mucha agua no es comida sana tampoco!
Insisto son tus hábitos los que te llevan para un extremo u otro, cuando debiésemos irnos por el medio.
Y a propósito de eso: ¡Mi crema de apio! ¡Es tan rica que me niego a mencionar siquiera lo saludable que se supone que es!
Me referiré solamente al placer de cocinar y comer este hermoso fluido vegetal.
Cocinarlo es un placer, porque hay que sacar las fibras o hilos de los tallos del apio, es algo que me encanta hacer, mi papá hacía y vendía ensaladas de apio que eran las mejores de Chile. Tallos grandes completos en una bolsa generosa. Él me enseñó una forma en que las fibras salen limpiamente a lo largo del tallo. Y queda perfecta para que en ensaladas sea suave y agradable de comer.
Después se cuecen en poca agua y sal. Se ponen en una licuadora hasta hacer una crema, se puede añadir un poco de aceite en esta parte de la preparación. Hay que agregar o no agua de la cocción según lo espesa que queramos que quede.
Vuelve todo a la olla y se añaden tres cucharadas de puré de papas deshidratado, o sea de caja. Puede ser también polenta o harina de maíz. Eso se cocina a fuego medio revolviendo y añadiendo aliños según su gusto.
Así de fácil, yo agrego queso parmesano y pizca de merkén. Es de un sabor delicado, suave, cremoso y verde tierno. Delicioso, invoco a Epicuro y su filosofía de los placeres simples, para decirles: disfruten de los sabores, sientan! No hablen de vitaminas, carbohidratos y calorías!
En memoria de mi padre Andrés Rojas Saavedra.
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